Bien, de nuevo otra crítica, esta vez acerca de una película
que estrenaron hace unas semanas y que se llama: “El Cielo es real”.

Lo primerísimo que hay que decir para aquel que quiera ir a
verla es demasiado lógico como para explicarlo: Si no eres cristiano o piensas que
los milagros son tonterías inventadas por personas que quieren atribuirlo a un
ser superior (Dios) en vez de al progreso de la ciencia o al simple azar… no
vayas a verla. Porque gastarás diez euros para ver dos horas de algo en lo que
no crees, y saldrás del cine con la sensación de haber malgastado tu tiempo.
Pero a los cristianos, se la recomiendo 100%. Por eso mismo
mi nota depende del punto de vista: Para creyentes, le doy un 9. En mi opinión,
la película es muy dulce y esperanzadora, aparte de que disfrutas de ella tanto
por la interpretación de los actores como por la riqueza del argumento.
Y ahora… van los spoilers:
-Bien hecho:
-El actor del pequeño que visita el Cielo es…
ALUCINANTE. Me dejo con la boca abierta. Han sabido encontrar a un niño ideal
para ese papel, con unos ojazos azules, una sonrisa… en verdad parecía venir
del Cielo. La interpretación perfecta.
-Especial aplauso para Kelly Reilly (aunque no ves a una
madre cualquiera, sino a Mary Watson), que nos lleva hasta las lágrimas con su
papel de madre confundida y emocionada al oír a su hijo hablar sobre la
hermanita que jamás llegó a conocer, debido a que murió en la tripa de la mujer
antes de que esta diera a luz.
-El argumento es magnífico, emocionante y extraño, pero a la
vez cercano y familiar. ¿Quién no se ha preguntado alguna vez cómo será el
Cielo en realidad?
-¡¿Soy la única que ha pensado que el actor del mejor amigo
del padre no es otro que el malo de “George de la Jungla”?! Hablamos de Thomas Haden Church, o también conocido como Lyle Van der Grooth, el prometido
de Úrsula en “George de la Jungla”. ¡¡Me encanta!! Aunque cada vez que intervenía pensabas que
iba a caerse sobre los excrementos de un elefante, es de los que más sobresalen
en el filme.
-No me convence:
-El final me parece demasiado… rápido. Quiero decir, pensaba
que iba a haber más historia después de la charla del padre, y no me refiero a
lo del otro bebé, sino a que me he quedado con la pregunta de: ¿Qué pasó después?
¿El hijo siguió dando testimonio? ¿O fue el padre? ¿El pueblo consiguió aceptar
todo el revuelo como Dios manda y sin las bromas de mal gusto, que cuestionaban
la salud tanto del padre como del hijo?
-Crimen:
-El Cielo. No sé, había mucha nubecita rosa por ahí, mucho
Sol resplandeciente… Hubiera preferido mil veces que se omitiera la imagen del
Cielo, porque entonces: a) No habría desilusionado a nadie; b) Seguiría siendo
un misterio; c) Serías libre de imaginártelo. Creo que habría sido muchísimo
mejor si hubieran puesto la imagen de la portada: El niño abre una puerta, se
filtra la luz por la rendija, y a él se le iluminan los ojos ante la visión del
Paraíso y entonces… se corta la imagen y pasan a otra secuencia. Luego el niño
vuelve maravillado y ocurre todo lo demás. El espectador se habría quedado con la certeza de saber que el Cielo es precioso (siempre hablando desde el contexto de la película, claro) y de que tendrá que esperar a que
muera (o no, quién sabe) para poder contemplarlo de verdad.
-Mensaje:
La voz del niño es la voz de la verdad, y en tu vida hay ocasiones en las que tienes que enfrentarte a todos aquellos en los que confiabas para afirmar tus creencias.